Recomendamos:
|
Caño Pasa, sector vía Sipapo
Amazonas
Casi la quinta parte del territorio nacional está asignado al
Estado Amazona, cuyo nombre se debe a que una porción considerable
de su área pertenece a la hoya hidrográfica del río
Amazonas.
Su actual delimitación data del año 1936. Un hecho curioso
que relata Humboldt, asocia al Estado con los primeros gestos independentistas:
en 1788, un grupo de frailes franciscanos quisieron "formar una república
aparte y declararse indepedientes del colegio de Píritu en Nueva
Barcelona... se reunieron en San fernando de Atabapo; eligieron a toda
prisa y de su seno, un nuevo superior e hicieron detener al antiguo, que
por su mal, estaba de visita en esas comarcas".
Ubicado en la formación conocido como Escudo Guayanés,
junto con el estado Bolivar del cual una vez formó parte, puede
describirse como una inmensa selva tropical, en donde alternan mesetas,
sabanas y altiplanicies como la del cerro Duida a 2 500 m de altura, con
elevaciones superiores a los 3 000 m como en el pico Marahuaca y el cerro
de La Neblina, en el límite con Brasil, que al pasar la frontera
es la cumbre más alta de ese país. Una forma especial de
mesetas son los llamados "tepuyes", cuya apariencia desde lejos se asemeja
a enormes mesas cilindro-cónicas irregulares y truncadas, que por
su mayor resistencia a los procesos erosivos han subsistido como verdaderas
reliquias prehistóricas.
En el Estado Amazonas ocurren dos condiciones naturales de excepcional
importancia: El nacimiento del río Orinoco y la comunicación
fluvial entre dicho río y el Amazonas, a través del caño
o río Casiquiare. Durante mucho tiempo estuvo sin ser determinada
la ubicación precisa de las fuentes del río Orinoco, hasta
que el 27 de noviembre de 1951, la expedición comandada por el mayor
Franz Rísquez Iribarren hizo el reconocimiento. La comunicación
con el río Guainía, a través del caño Casiquiare,
ha hecho pensar que en el futuro se establezca una vía fluvial que
conecte todos los ríos Suramérica. Los recursos forestales
del Estado Amazonas representan el 60% del total del país y los
recursos minerales, mayormente inexplorados, se suponen cuantiosos.
La agricultura puede considerarse casi de subsistencia, pues la fragilidad
del ecosistema hace muy riesgosa su intensificación, como no sea
con cultivos conservacionistas y mediante cuidadosos sistemas de manejo.
Igual puede decirse de cualquier otra actividad que comprometa la precaria
estabilidad ecológica de esta región.
|