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Geografía
Geologia
El estado Nueva Esparta es una continuación del Sistema Montañoso
del Caribe, separado de la costa continental por la Depresión de
Cariaco, geológicamente caracterizado por eventos sucesivos de vulcanismo,
sedimentación, emersión, deposición y levantamiento.
La litología está representada por las formaciones ígneo-metamórficas
de la era mesozoica que constituyen el basamento de los conjuntos montañosos
y parte de los relieves colinosos, especialmente de las estribaciones de
los paisajes montañosos, macizos de María Guevara y de Orinoco.
Las formaciones sedimentarias terciarias constituyen el basamento de las
colinas de la zona de Pampatar, la mayor parte del plano costero así
como algunas áreas de la Península de Macanao; y por último,
las formaciones cuaternarias del pleistoceno y holoceno, al cual pertenecen
las terrazas marinas más bajas, constituidas por aluviones, terrazas
litorales y aluviales, areniscas calcáreas, además de depósitos
lagunares.
Relieve
El relieve está conformado, en su mayoría, por dos grandes
bloques dispuestos en sentido general este-oeste, unidos por un estrecho
istmo de muy poca elevación denominado Istmo de La Restinga. El
sector occidental, llamado península de Macanao, se caracteriza
por presentar un macizo alargado en sentido este-oeste desde el cerro Macanao
hasta el cerro Guarataro; mientras que el sector oriental presenta en la
parte centro-norte tres macizos montañosos alineados en sentido
sureste-noreste; tiene como rasgos topográficos resaltantes los
cerros Copey, La Guardia, Matasiete y Guayamurí. El sur del macizo
oriental presenta una topografía de bajo relieve con excepción
de las elevaciones moderadas ubicadas al norte de Punta Carnero y en las
Tetas de María Guevara, al noreste de Punta de Piedras.
Clima
A pesar de estar situado en el área de convergencia intertropical
y de estar expuesto a los vientos alisios, el estado Nueva Esparta tiene,
según la clasificación climática de Kóeppen,
un clima de estepa (Bs), al igual que gran parte del litoral septentrional
del país. El régimen estacional de las lluvias es bimodal,
con dos períodos lluviosos y dos secos, oscilando la pluviosidad
media anual entre 300 y 900 mm. La distribución de los períodos
lluviosos permite diferenciar dos áreas: el macizo montañoso
oriental, donde la estación lluviosa principal corresponde al trimestre
noviembre-diciembre-enero, siendo diciembre el mes que presenta mayores
precipitaciones. En el resto de la isla, la estación lluviosa principal
corresponde al período junio-agosto, este último es el mes
de máxima precipitación. La temperatura media anual se caracteriza
por la presencia de dos máximos (mayo y septiembre) y dos mínimos
(enero y diciembre), con una temperatura media anual que oscila entre 27°
y 28°C.
Suelos
Las características físico-naturales, particularmente
el relieve y el clima, han producido una mezcla de zonas de vida que van
desde la maleza desértica tropical, en las zonas bajas y secas,
pasando El Cerro por un amplio rango de pisos altitudinales con predominio
del monte espinoso y el bosque seco tropical el Cerro Copey. La zona de
mayor precipitación de la isla, corresponde al bosque húmedo
premontano. En las zonas pantanosas y salinas crecen los bosques de manglares.
Hidrografía
Los ríos de la entidad tienen un régimen de escurrimiento
bastante irregular, presentándose secos la mayor parte del año
y torrenciales por cortos períodos, típicos de zonas de baja
pero intensa y concentrada precipitación anual. Las pocas lluvias
hacen que los recursos hídricos superficiales y subterráneos
sean escasos, porque a pesar de existir condiciones geológicas propicias
para su almacenamiento, la recarga no es significativa; esto hace que el
abastecimiento de agua con fines urbanos dependa casi totalmente de tierra
firme.
Vegetación
Con excepción de algunas áreas muy reducidas cubiertas
por un bosque denso alto que no son aprovechables por tener una función
esencialmente protectora, la vegetación carece de valor comercial.
Este rango de ecosistemas en una unidad regional tan pequeña, es
una característica muy particular del estado, que además
de darle alto valor escénico, lo hace propicio para la educación
ambiental.
En Nueva Esparta las tierras con alto potencial agrícola son
muy escasas, puede decirse que no llegan al 4% de la superficie del estado,
y su aprovechamiento se restringe aún más por el déficit
en el balance hídrico, que limita la agricultura de secano a zonas
muy reducidas, ubicadas en estrechos valles con presencia de microclimas
favorables. Sin embargo, el reciclaje de las aguas servidas ha permitido
darle un uso agrícola intensivo a los valles de Atamo y San Juan
Bautista, con mediana intensidad al noreste del municipio Arismendi y los
valles del municipio Gómez, específicamente en el sector
comprendido entre Santa Ana y Pedrogonzález.
Fauna
A la diversidad de zonas de vida le corresponde una fauna silvestre,
representada por el conjunto de animales salvajes que habitan en completa
libertad en las diversas áreas del estado. Existen treinta y cuatro
especies de mamíferos, entre los cuales destacan: cunaguaro, mapurite,
comadrejita, venado caramerudo, conejo sabanero, cachicamo, ardilla y mono.
Ciento cincuenta y ocho especies de aves, de las cuales la más abundante
es la perdiz, mientras que las de menor presencia son la soisola patas
rojas, cotorra margariteña y ñángaro. Entre los reptiles
destacan la iguana y el morrocoy montañero. Los ofidios más
representativos son la cascabel, mapanare de monte y tragavenado. De los
anfibios sólo se han reportado cinco especies, siendo el sapo el
más relevante.
El estado Nueva Esparta, por su condición de archipiélago,
cuenta con una gran variedad de especies marinas agrupadas en diversas
categorías y clasificadas según su relación con el
medio marino, hábitos alimenticios, reproductivos y cercanía
a la costa. Las principales especies son: sardina, jurel, carite, anchoa,
lisa, pargo, mero, cazón, langosta, cangrejo, ostra, guacuco, chipichipi,
mejillón, pulpo y calamar.
Recursos Minerales
Con respecto a los recursos energéticos, las islas que conforman
la entidad no disponen de hidrocarburos ni de potencial hidroeléctrico.
Los recursos minerales terrestres se limitan a la existencia de minerales
no metálicos como grava, arena, caliza y piedra, utilizados en la
industria de la construcción. |