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Tradiciones
La Romería de los Pastores
Al igual que los otros dos estados andinos Táchira y Mérida-,
Trujillo es un territorio venezolano caracterizado por la presencia viva
de múltiples tradiciones: Delicados oficios transmitidos de generación
y generación, como el de los maestros talladores de santos que se
encuentran esparcidos en pueblos y ciudades de la geografía trujillana.
Una excepcional gastronomía regional, en donde destacan por originales
sus ajiceros y mojos. La peculiar arquitectura andina convierte a sus pueblos
típicos en un escenario de la armonía y la paz, de vez en
cuando interrumpida brutalmente por la fealdad de algunas construcciones
vacacionales. Y, un calendario de fiestas rituales en donde coinciden representaciones
teatrales del vía crucis, con entusiastas ceremonias de celebración
a San Benito y bucólicos rituales de agradecimiento a San Isidro
Labrador, hacen de Trujillo una importante referencia cultural del occidente
venezolano.
Dentro del calendario de fiestas populares destaca La Romería
de los Pastores, una tradición que se celebra desde el 4 hasta el
7 de enero en San Miguel de Boconó como una versión local
de las festividades asociadas a la iradición católica del
Día de Reyes. La fiesta se inicia el día con los Llamados
Velorios de Niño, en los que se canta el rosario y se efectúa
el paseo del Niño a la usanza de la otra tradición afín
conocida como Paradura. El Velorio se extiende hasta el amanecer del día
5 cuando el grupo parte del hogar anfitrión hasta la iglesia, donde
entonarán versos religiosos en un acto conocido como Rompimiento
de Velorio.
A todo lo largo del día 5 se produce una gran movilización
de preparativos para el día de Reyes. Destacan: la bajada de "negreras"
o grupos, generalmente con los rostros ennegrecidos o enmascarados, que
portan imágenes, banderas y suelen anunciar su presencia con guaruras;
la de las autoridades de la Cofradía que lucen sombreros decorados,
capas y bastones diferentes de acuerdo a su jerarquía, y, los Pastores
o Partidos, ataviados con túnicas y capas, que junto a personajes
como el Diablo, el bobo, el Zorro y el Oso conforman el foco más
atractivo y tradicional de la procesión que venera la imagen del
Niño Jesús que ocupa el lugar principal y es colocada en
un altar ante la entrada de la iglesia.
El Pastor Guía conduce a los Reyes, Pastores y demás
acompañantes ante el Altar, en un acto que se repetirá el
día 7, mientras se recitan versos se realizan pantominas e interpretaciones
musicales, y se escenifican dramatizaciones cuyos diálogos de antiguo
origen se conservan vivos gracias a la tradición oral.
Bibliografía:
Daría Hernández y Cecilia Fuentes
Fiestas tradicionales de Venezuela
Caracas, Fundación Bigott. |